lunes, 20 de octubre de 2008

Not that this has happened before…

http://riveraveblues.com/2008/10/20/not-that-this-has-happened-before-5285/


Cuy...nos vemos el otro año!!!!

martes, 30 de septiembre de 2008

Desde Barcelona

A partir del día de hoy la actualidad del bésbol les llegará desde la ciudad de Barcelona, donde trataremos de inculcarle a los catalanes un poco de la pasión beisbolera, aunque cabe mencionar que aquí cuentan con un campeonato muy organizado.






lunes, 22 de septiembre de 2008

Un verdadero tesoro

Jugadores, entrenadores y ejecutivos dan su opinión sobre el Yankee Stadium

Este será, con toda probabilidad, el último día de béisbol que se juegue en el Yankee Stadium, y algunos jugadores, mánagers y entrenadores han compartido sus pensamientos sobre el lugar:

Mark DeRosa, Cachorros: "Habiendo crecido en New Jersey, yo era fanático a muerte de los Yankeea con un poster del "Hit Man," Don Mattingly encima de mi cama. Mi padre me llevaba a dos o tres juegos al año, y el escuchar a Bob Sheppard anunciar a los jugadores y sus posiciones es algo que nunca olvidaré. Así que oirlo pronunciar mi nombre en mi primer turno en el Yankee Stadium fue realmente un momento muy especial. Me paré fuera de la caja de bateo para disfrutarme el momento. Luego esa noche, con el partido cerrado, Joe Torre hizo una seña al bullpen. Mientras estaba esperando, Mariano Rivera salío por la pared del jardín izquierdo central, con la música de "Enter Sandman" retumbando, y voltee la mirada hacia mi padre para un voto de confianza. El puso las manos en su cabeza, sabiendo como terminaría todo. Como se imaginarán, el turno no se extendió mucho. A pesar que me ponché, ese momento lo atesoraré como uno de los más memorables de mi carrera."

Mel Stottlemyre, ex lanzador y coach de pitcheo de los Yankees:
"Puedo recordar el primer día que puse los ojos sobre el estadio ... fue el 11 de agosto de 1964. Miré hacia el estadio, y era la cosa más grande que jamás haya visto. Pregunté cuanta gente cabía en él, y pienso que me dijeron como unos 67,000. Y eso era como unas 66,000 personas más que toda la gente en el pueblo donde crecí. Es un lugar increíble, y hay muchas memorias ahí como jugador y como coach."

Michael Cuddyer, Mellizos: "En mi primer juego en el Yankee Stadium, jugúe en el jardín derecho. Cuando ocupé mi posición por primera vez, las Criaturas de las Gradas Derechas estaban saludándome. Y yo caí en la trampa. Los saludé de vuelta, pensando, "Esto no está nada mal." Y realmente eran unos 20 mil dedos del medio hacia mí. Sólo en el Yankee Stadium."

Doug Mientkiewicz, ex primera base de los Yankees y los Medias Rojas:
"Cada vez que uno camina por el túnel en el uniforme a rayas y ve el letrero que dice , "Quiero agradecer al buen Dios por haberme hecho un Yankee," me daban escalofríos. Soy un jugador promedio, pero el Yankee Stadium siempre me ayudaba a elevar mi juego. Los fanáticos hacen de la atmósfera del estadio una como ninguna. En mi mente, Dios creó el cielo en la tierra ... se llama Yankee Stadium."

Trevor Hoffman, cerrador de los Padres:
"Cuando jugamos ahí esta temporada, me llevé a mis hijos Brody, Quinn y Wyatt. Fue algo grandioso el tenerlos conmigo en la práctica de bateo en el terreno, ya que allí hay mucha historia del béisbol, y lo hicieron en el último año del estadio. Estaban allí jugando encima de la línea durante una suspensión por lluvia, con 50,000 personas dentro. Ellos no saben cuanta suerte tienen."

Jim Kaat, ex lanzador y parte del equipo de transmisiones de los Yankees: "Mi primera visita fue en 1959. Fui subido al equipo en septiembre. Los altoparlantestodavía estaban a nivel del terreno por la cerca de los jardines en el área central. El escuchar a Bob Sheppard anunciar el nombre de Mickey Mantle hizo que se me pararan los pelos, Todavía lo recuerdo como si fuera hoy."

Jensen Lewis, Indios: "Uno se da cuenta, tan pronto sale del bullpen, que no es tan solo otro partido. Es el Yankee Stadium. Estás saliendo del bullpen de donde salieron algunos de los más grandes de todos los tiempos. Es la más increíble experiencia de todas. Te estás enfrentando a la franquicia más galardonada de todos los deportes. Nadie en el estadio te quiere. Y la lomita tiembla cuando 60,000 personas se levantan a la vez. Uno vive para ese momento, al mirar los 60 pies con 6 pulgadas más largos de tu vida."

Tony Clark, ex primera base de los Yankees:
"Desde el primer llamado si estás en la alineación abridora y Bob Sheppard anunciando tu nombre por primera vez como miembro de los Yankees hasta estrecharle las manos a algunos de los grandes de los Yankees y siendo parte integral de la historia de los Yankees, jugar en el Yankee Stadium fue un placer y un privilegio. ¡Quizás el nuevo Yankee Stadium pase a la historia como la Casa Que Jeter Construyó!

Todd Greene, ex receptor de los Yankees:
"Nunca me sentí como un jugador de Grandes Ligas hasta que jugué en el Yankee Stadium. Luego de jugar para los Yankees en el 2001, me di cuenta que jugar para los Yankees es jugar en Grandes Ligas de verdad." Uno de mis mejores momentos como estadounidense, al igual que como jugador de grandes ligas, fue recibirle el primer lanzamiento al presidente George W. Bush antes del Juego 3 de la Serie Mundial del 2001."

Bob Melvin, mánager de Arizona:
"Durante gran parte de mi vida, no creía en fantasmas. Luego de los Juego 4 y 5 de la Serie Mundial del 2001, soy fiel creyente. Yankee Stadium es un museo del béisbol, con fantasmas adentro."

Michael Young, campocorto de los Vigilantes
: "Hay tanta historia ahí. Cuando conecté mi primer jonrón en el Yankee Stadium, pienso que fue cuando por primera vez me sentí como un ligamayorista. Mi memoria favorita tiene que ser el Juego de Estrellas de este año. Ese tiene que ser el mejor en que haya participado." Frank Catalanotto, nativo de NY y primera base de los Vigilantes: "El Yankee Stadium es especial para mí porque mi papá solía llevarme ahí. Nos sentábamos detrás del dugout, y ahí es que aprendí todo sobre el béisbol. Significó mucho para mí cuando salí al terreno por primera vez a jugar en la Casa Que Ruth Construyó."

Pat Neshek, relevista de los Mellizos:
"Para mí, el Yankee Stadium es acerca de la historia del béisbol. Es además el lugar más difícil para un jugador visitante. ¡No se que tiene ese lugar, pero he permitido cuadrangulares monstruosos allí!"

Buck Martínez, ex jugador y mánager:
"Mi primer día en el Yankee Stadium fue el 29 de agosto de 1969. Fui a los monumentos en mi uniforme a la1 p.m. e hice que me tomaran una foto. Al día siguiente, recibí una blanqueada de Dick Drago." "Recuerdo el Juego 5 de la Serie de Campeonato de la LA en 1976. había conectado tres hits con una carrera empujada en el juego. Estaba el pizarrón igualado a 5 en la parte alta de la novena con dos outs. Jim Wohlford bateó un rodado a Graig Nettles en tercera, yo estaba corriendo desde segunda, Al Cowens aparentaba haber llegado quieto a segunda -- pero había sido puesto fuera. George Brett era el próximo bateador. Los fanáticos tiraron basura al terreno, y el juego se detuvo mientras las brigadas limpiaban el terreno. Mark Littell estuvo en la lomita por lo que parecieron unos 15 minutos. El primer lanzamiento que hizo fue el que conectó Chris Chambliss para un cuadrangular. Antes de llegar al dugout, los fanáticos saltaron de las gradas al terreno. Eso nos rompió el corazón."

Dan Haren, abridor de los D-backs:
"Cuando era niño, mi papá nos hacía historias de como escuchaba los partidos de los Yankees por un radio de transistores y miraba por la ventana de su casa y veía las luces del Yankee Stadium."

Tim Lincecum, abridor de los Gigantes: "La cosa que siempre recordaré sobre el Yankee Stadium es mirar a Josh Hamilton en el Festival de Cuadrangulares; era ridículo el verlo batear las pelotas tan lejos. Nunca había visto algo así en mi vida."

Andy Sonnanstine, abridor de los Rays:
"Jugar en el Yankee Stadium ha sido uno de los momentos más memorables de toda mi vida. Nunca olvidaré el jugar en el escenario más grande del mundo frente a 50,000 de mis más cercanos amigos."

Mike Myers, ex lanzador de los Yankees:
"El Yankee Stadium siempre será recordado por los campeonatos y pos los miembros del Salón de la Fama que jugaron allí, pero para mí, el jugar frente a una fanáticada que demandaba una victoria en cada noche es una de las cosas que nunca olvidaré".

Rubén Amaro Jr., ex jugador y actual asistente del gerente de los Filis: "Tengo fotos de mi padre, mi hermano David a los 5 años de edad y de mí en el casillero de Rubén padre en el Yankee Stadium cuando jugó allí en 1968. Es la foto favorita de los tres. Entonces en 1994 me paré en el terreno como jugador con los Indios de Cleveland y no pude evitar sentir el aura y la historia alrededor mío. Inmediatamente fuí a los monumentos y los estudié por unos 20 minutos. Todavía se me paran los pelos cuando pienso en eso."

Bryce Florie, ex lanzador:
"Recuerdo que el Yankee Stadium era el único lugar donde al jugar tenía un sentido de intimidación. Por supuesto ellos tenían buenos jugadores, pero el área completa, el tren subterraneo, los fanáticos, los monumentos, el mismo anunciador, el inconfundible logo de los Yankees. Todo parece... OK, estas son las grandes ligas que yo envisionaba desde niño porque esas son mis primeras memorias de la Serie Mundial que recuerdo."

Adam Everett, Mellizos
: "Todavía recuerdo la primera vez que llegúe al Yankee Stadium cuando estaba con los Astros, salí del camerino y el cargabates de los visitantes me dijo 'De esto es lo que se trata." Y tenía razón. Una vez me paré en el terreno, sabía que estaba en las Grandes Ligas. Los más grandes jugadores del juego estuvieron allí. Es un honor el saber que fuí parte del último juego sin hits en el Yankee Stadium. Roy [Oswalt] se lastimó y tuvimos que utilizar seis lanzadores esta noche. No se quien haya hecho esto en el Yankee Stadium, pero para el momento en que llegamos al camerino visitante, habían botellas de champaña para el equipo. Ese fue un gesto elegante."

Kevin Millar, Orioles:
Esta será la última serie de uno de los más grandes -- si no el más grandes -- estadio en la historia del béisbol. Personalmente he experimentado algunas altas y bajas, algunas lágrimas de dolor y otras de alegría. Personalmente, la derrota en el Juego 7 de la Serie de Campeonato de la LA causó lágrimas de dolor ... y un año despues, los mismos equipos, la victoria en el Juego 7 de la Serie de Campeonato LA 2004, lágrimas de alegría. Ha sido un gran lugar para competir como visitante. Es un honor el batear en la misma caja de bateo que Babe Ruth y algunos de los grandes jugadores de los Yankees."

Billy Beane, gerente de los Atléticos: "Mi mejor juego como jugador de Grandes Ligas fue mi primer partido allí -- me fuí de 5-5 en el Yankee Stadium, ante Ron Guidry. Luego de eso, todo fue cuesta abajo."

Chris Singleton, ex jugador:
"Mi primer juego en el Yankee Stadium fue una experiencia surreal. El pararme en la caja de bateo y experimentar la misma vista que todos los legendarios jugadores de los Yankees en lo que ellos llamaron su casa fue excitante y humillante a la vez."

Art Howe, jugador y mánager por largos años: "El Monument Park para mí es único. Recuerdo cuando era un niño, eso era parte del terreno de juego. Aún hoy día, cada vez que voy al Yankee Stadium trato de pasar un poco de tiempo allí. Hay tanta historia allí que es increíble."

Brad Ausmus, Astros: "El mejor recuerdo que tengo del Yankee Stadium es cumplir una suspensión mientras los Tigres jugaban en N.Y. Me senté en las gradas con mi familia, comimos nachos, me bebí una cerveza, y observé el juego. ¡Qué gran día!."

viernes, 12 de septiembre de 2008

El comienzo del final


En diez días, todo se habrá acabado. Ochenta y cinco años de memorias y fotos serán sólo recuerdos del Yankee Stadium.

Durante la próxima semana y media, solamente se hablará de los últimos días del "Stadium". Veremos antiguos Yankees regresar a despedirse. Veremos fans realizar su último viaje a la casa que Ruth ayudó a construir. Veremos muchísimos artículos elogiando al estadio y su lugar de privilegio en la historia del béisbol y de New York.

Actualmente, antes de esta última serie de 10 partidos, los Yankees no inspiran mucha confianza entre sus aficionados, mucha gente ya empieza a discutir como "arreglar" al equipo para el próximo año. Antes de empezar esa discusión, los Yanks deben terminar lo que empezaron en 1923.

No es fácil para un equipo de veteranos que esperaban llegar a los playoffs mantenerse jugando medio de la adversidad. Pero por los FANS, por la HISTORIA y por The STADIUM, los Yankees deben y van a encontrar una manera de demostrar gloria y respeto en estos últimos 10 juegos en el estadio. Se estarán enfrentando a equipos difíciles, 2 de 3 probablemente jueguen en octubre. Pero debo creer en la gloria del equipo. Los fantasmas de las glorias Yankees del pasado que habitan el estadio no deben ser defraudadas, mientras se preparan para cambiar de hogar, ya que estamos en los últimos días de la Catedral del Bronx.

martes, 12 de agosto de 2008

Biografía: Sandy Koufax

Sanford "Sandy" Koufax (nacido como Sanford Braun el 30 de diciembre de 1935 en Brooklyn, Nueva York) es un lanzador zurdo retirado de las Grandes Ligas de Béisbol que jugó toda su carrera con los Dodgers de Brooklyn y de Los Angeles. Comenzó su carrera en 1955 y se retiró en 1966.

Es muy famoso por sus 6 grandes temporadas de 1961 a 1966, antes de que la artritis terminara su carrera a la edad de 31. Un pitcher contra el que era difícil batear, también es conocido por ser el primero en lanzar más de 3 juegos sin hit, el primero en permitir menos de 7 hits por cada nueve entradas y el primero en ponchar a más de nueve bateadores por cada nueve entradas lanzadas. Entre los pitchers de la Liga Nacional con al menos 2000 entradas lanzadas que hicieron su debut desde 1913, el tiene el porcentaje de victorias más alto (.655) y el promedio de carreras limpias más bajo (2.76); sus 2396 ponches eran la séptima mejor marca en las Grandes Ligas cuando se retiró y estaba detrás de los 2583 ponches de Warren Spahn como el mejor entre pitchers zurdos. Retirándose prácticamente en el auge de su carrera, Koufax se convirtió después– a sus 36 años–en el jugador más joven en ser elegido al salón de la fama.

También es reconocido por un momento muy memorable en su carrera, que ocurrió durante la Serie Mundial de 1965. Koufax, siendo judío, se negó a lanzar el primer partido por que ese día era el Yom Kipur.

Introducción

Sandy Koufax nació en Brooklyn y sus padres son Evelyn y Jack Braun. Creció en la sección de Borough Park de Brooklyn. Sus padres se divorciaron cuando el tenía tres años y cuando su madre se volvió a casar, Koufax tomó el nombre de su nuevo marido, Irving.

Koufax fue a la Preparatoria Lafayette en Brooklyn. Ahí, destacó en balonecesto y béisbol. Al mismo tiempo, Koufax comenzó a visitar el Centro Comunitario Judío local y jugaba básquetbol ahí. En 1950, a los 15 años, Koufax comenzó a jugar en la Baseball Ice Cream League donde fue visto por scouts de béisbol.

En Lafayette, Koufax fue encontrado Milt Laurie, el padre de dos compañeros del equipo de Koufax y entrenador de los Coney Island Sports League's Parkviews. Laurie mandó a sus hijos a reclutar a Koufax para que lanzara con los Parkviews.

Koufax se graduó de la preparatoria y decidió asistir a la Universidad de Cincinnati, con una beca por básquetbol.

El primer intento de Koufax para unirse a un club profesional fue con los New York Giants en Polo Grounds. Después trató con los Pittsburgh Pirates en Forbes Field. Durante la práctica, Koufax lanzó tan fuerte que rompió el pulgar de su receptor, Sam Narron, uno de los entrenadores de los Piratas. Branch Rickey, entonces el manager general de los Piratas, dijo a su scout Clyde Sukeforth que Koufax tenía el "mejor brazo que jamás había visto". Los Piratas ofrecieron un contrato a Koufax por $15,000, pero el lo rechazó.

El scout de los Dodgers Al Campanis había oído sobre Koufax por medio del dueño de una tienda de equipo deportivo. Después de ver a Koufax lanzar en Lafayette, Campanis lo invitó a una prueba en Ebbets Field. El manager de los Dodgers Walter Alston y el director de los scouts Fresco Thompson miraron mientras Campanis se paraba al bate y Koufax comenzaba a lanzar. Campanis dijo después "el vello de mis brazos se erizó y la única otra vez que había pasado esto fue cuando vi la Capilla Sixtina". Los Dodgers contrataron a Koufax por $20,000— con un bono de contratación de $14,000 y un salario de $6,000. Koufax aceptó la oferta, planeando usar el dinero del bono para la escuela de arquitectura en caso de que lo del béisbol no funcionara.

Carrera profesional

Primeros años

Dado que el bono en el contrato de Koufax era mayor a $4,000, fue directamente a las Grandes Ligas. Los Dodgers estaban obligados a mantenerlo en el equipo por dos años antes de mandarlo a las ligas menores. Para hacer espacio en la alineación, los Dodgers mandaron a su futuro manager, Tommy Lasorda, a los Montreal Royals de la Liga Internacional. Lasorda después bromeó diciendo que se necesitaba a alguien como Sandy Koufax para mantenerlo fuera de la rotación de pitcheo de los Dodgers.

Koufax hizo su debut profesional el 24 de junio de 1955, en la quinta entrada contra los Milwaukee Braves con el marcador en contra de los Dodgers 7–1. Johnny Logan, el primer bateador que Koufax enfrentó, consiguió un sencillo. Después llegaron los futuros miembros del Salón de la Fama, Eddie Mathews y Hank Aaron. Mathews tocó la pelota y Koufax tranquilamente la capturó y después erró el tiro mandando la bola al jardín central, al intentar sacar a Logan en segunda base. Aaron recibió una base por bolas para llenar las bases. Bobby Thomson fue el siguiente bateador y después de llenar la cuenta, se ponchó haciendo swing. Thomson fue la primera víctima de ponche de Koufax.

El primer partido comenzado por Koufax fue el 6 de julio. Lanzó solo 4 entradas y 2/3, permitiendo ocho bases por bolas. No volvió a abrir un partido por casi dos meses, pero logró un buen trabajo en su siguiente apertura. El 27 de agosto,jugando en Ebbets Field contra los Cincinnati Reds, Koufax lanzó el partido entero, con solo dos hits y ninguna carrera, consiguiendo su primer partido ganado. Koufax tuvo solo 12 apariciones en 1955, lanzando 41.7 entradas y dando casi tantas bases por bolas (28) como ponches (30). Solo ganó otro partido en 1955 y también fue sin carreras.

Durante el otoño, se inscribió en la Escuela de Estudios Generales de la Universidad de Columbia, que ofrecía clases nocturnas de arquitectura. Los Dodgers ganaron la Serie Mundial de 1955 obteniendo el primer título en la historia de la franquicia—pero sin la ayuda de Koufax, que estuvo en la banca toda la serie. Después del out final de la serie, Koufax manejó a Columbia para ir a clases.

1956 no fue muy diferente de 1955 para Koufax. Vio poca acción, lanzando solo 58.2 entradas, dando 29 bases y ponchando a 30; con una efectividad de 4.91. Rara vez se le permitía permanecer en el juego después de meterse en problemas. Tan pronto como lanzara unas cuantas bolas malas seguidas, Alston ponía a alguien a calentar en el bullpen. Jackie Robinson, en su última temporada, tuvo enfrentamientos con Alston por diversas cuestiones, incluyendo a Koufax. Robinson notó que Koufax tenía talento y no estaba de acuerdo con que Koufax pasara tanto tiempo en la banca.

Para estar preparados para la temporada de 1957, los Dodgers mandaron a Koufax a Puerto RicoChicago Cubs en Wrigley Field, Koufax ponchó a 13 y ganó el partido al lanzar las nueve entradas. Fue su primer juego completo en casi dos años. Las siguientes dos semanas y por primera vez en su carrera, estuvo en la rotación inicial de pitcheo. A pesar de que ganó tres sus siguientes cinco juegos, y tener la mejor efectividad con 2.90, Koufax no comenzó un partido en los siguientes 45 días. En su siguiente apertura, el 19 de julio, ponchó a 11 en siete entradas, pero se fue sin decisión. El 29 de septiembre, Koufax fue el último jugador que lanzó para los Brooklyn Dodgers antes de que se mudaran a Los Angeles; lazando una entrada como relevista en el último día de la temporada.

Durante las tres temporadas siguientes, Koufax estuvo dentro y fuera de la rotación inicial de los Dodgers debido a varias lesiones. Comenzó la temporada de 1958 bien, con un récord de 7–3 hasta julo, pero se lesiono el tobillo durante una colisión en primera base. Terminó la temporada con récord de 11–11, y fue líder de la Liga en wild pitches. En junio de 1959, Koufax ponchó a 16 Philadelphia Phillies estableciendo el récord para un juego nocturno. Dos meses después, rompió ese récord en Los Ángeles contra los Gigantes, empatando a Bob Feller por el récord de ponches en un partido de Grandes Ligas, un total de 18.

Los Dodgers jugaron contra los Chicago White Sox en la Serie Mundial de 1959. El primer juego fue en Chicago, donde Koufax hizo su primera aparición en una Serie Mundial, relevando durante dos entradas perfectas en una derrota 11–0. Alston permitió que Koufax abriera el quinto partido. El partido se jugó en el Los Angeles Coliseum frente a 92,000 fanáticos. Koufax y los Dodgers perdieron 1–0 cuando Nellie Fox anotó durante un doble play.

A principios de 1960, Koufax pidió al manager general de los Dodgers, Buzzie Bavasi, que lo cambiara a otro equipo por que no estaba jugando mucho. Al final de 1960, Koufax estaba listo para renunciar al béisbol y dedicarse a su negocio deelectrónica. Después del último juego de la temporada, tiró sus spikes y su guante a la basura. Nobe Kawano, el supervisor del clubhouse, recuperó las cosas para devolverlas a Koufax al año siguiente (o alguien más en caso de que Koufax no regresara).

Dominio

En la primera entrada del partido en Orlando, Koufax llenó las bases con 12 lanzamientos malos consecutivos. De nuevo, Sherry le dijo que le quitara un poco de velocidad al lanzamiento para tener mayor control. Koufax finalmente obedeció y ponchó a tres bateadores consecutivos. Cuando salió del partido después de siete entradas, Koufax había ponchado a 8 bateadores, permitido cinco bases por bolas pero ningún hit.

Koufax finalmente llegó a un puesto permanente en la rotación inicial. El 15 de septiembre de 1961 rompió el récord de ponches por un lanzador zurdo en la Liga Nacional con su ponche número 243. El 27 de septiembre, Koufax rompió el récord de la Liga Nacional de ponches en una sola temporada, pasando la marca de 267 ponches de Christy Mathewson, establecida hace 58 años en 1903. Terminó la temporada con récord de 18–13, 269 ponches y 96 bases por bolas. Durante los dos juegos de estrellas de 1961, Koufax lanzó dos entradas y un tercio sin permitir una carrera.

Los Dodgers se mudaron a Chavez Ravine, su nuevo estadio, en 1962. Estaba diseñado para ser un parque favorable para los lanzadores, con una zona de foul muy amplia y un fondo terrible para el bateo. Lanzando en este parque, Koufax bajó su efectividad en casa de 4.29 a 1.75. El 30 de junio contra los New York Mets, Koufax lanzó su primer juego sin hits; en la primera entrada de la victoria 5-0 sobre los Mets, Koufax ponchó a tres bateadores con nueve lanzamientos, convirtiéndose en el sexto pitcher de la Liga Nacional, y el décimo primero en la historia, que logra 3 ponches con nueve lanzamientos en una media entrada, también siendo el primer lanzador en lograrlo en la primera entrada de un partido. También rompió la espera de 38 años en la Liga Nacional para que un lanzador lograra hacer esto, desde que Dazzy Vance lo había hecho. Con el juego sin hit y una efectividad de 1.23 para el mes de junio, fue nombrado Jugador del Mes. Cuando tomó su turno al bat contra los San Francisco Giants el 8 de julio, Koufax se lastimó el dedo índice de la mano izquierda, pero no se lo dijo a nadie. Koufax lanzó varios partidos mientras su dedo desarrollaba gangrena. Después de ver a un especialista, se determinó que Koufax tenía una artería aplastada en su mano.

Por suerte, diez días de medicina experimental reabrieron la artería. Koufax finalmente pudo lanzar de nuevo en septiembre, cuando el equipo estaba metido en una carrera por el banderín de liga contra los Gigantes. Tratando de verse bien después de su larga incapacitación, Koufax no fue efectivo en tres apariciones, mientras los Gigantes se acercaban a los Dodgers a finales de la temporada. La noche anterior a los playoffs de la Liga Nacional, el Manager Walter Alston preguntó a Koufax si podía comenzar el juego del día siguiente, ya que Don Drysdale y Johnny Podres no se encontraban disponibles. Como Koufax dijo más tarde, "Ya no tenía nada." Fue retirado en la segunda entrada, después de permitir cuadrangulares de los futuros miembros del Salón de la Fama, Willie Mays y Jim Davenport. Después de ganar el Segundo juego de la serie, los Dodgers perdieron una ventaja de 4–2 en la novena entrada del decisivo tercer juego, perdiendo el banderín de la Liga.

Koufax regresó muy bien en 1963. El 11 de mayo llevó un juego perfecto hasta la octava entrada contra la ponderosa alineación de los Gigantes incluyendo los futuros miembros del Salón de la Fama Willie Mays, Willie McCovey, y Orlando Cepeda. Koufax dio una base por bolas a Ed Bailey después de tener la cuenta llena, pero conservo el partido sin hits, su segundo en dos años, terminando el partido en la novena. Koufax terminó el año llevándose la Triple Corona del pitcheo, siendo líder en ganados (25), ponches (306) y efectividad (1.88), mientras que también lanzó 11 blanqueadas. También recibió el premio MVP y el Premio Cy Young (el primero por decisión unánime) junto con el Hickok Belt.

Los Dodgers enfrentaron a los New York Yankees en la Serie Mundial de 1963 donde Koufax derrotó a Whitey Ford en el primer juego de la serie, con un record de 15 ponches en un juego de serie mundial. También ganó el cuarto partido, completando la barrida de los Dodgers sobre los "Viejos Yankees", ganándose el Premio MVP de la Serie Mundial. Como la 'K' es la abreviación para ponche, algunos periódicos tenían, después del primer juego, el encabezado: 'K-K-K-K-K-K-K-K-K-K-K-K-K-K-Koufax'. Clete Boyer fue el único Yankee que no se ponchó contra Koufax. Mickey Mantle, Tom Tresh y Tony Kubek recibieron dos ponches cada uno y Bobby Richardson fue ponchado tres veces (aun que solo se ponchó 22 veces en la temporada, en 630 turnos al bat). Koufax también poncho a tres bateadores emergentes, incluyendo a Harry Bright para terminar el partido. Yogi Berra, después de ver la actuación de Koufax en el primer partido, dijo: "Ya veo como es que ganó 25 juegos. Lo que no entiendo es como perdió cinco."

La temporada de 1964 comenzó con grandes expectativas. El 18 de abril, Koufax ponchó a tres bateadores con nueve lanzamientos en la tercera entrada de una derrota 3-0 contra los Cincinnati Reds, convirtiéndose en el primer (y hasta ahora único) lanzador que ha logrado ponchar a tres bateadores con nueve lanzamientos en una entrada dos veces en a Liga Nacional. Sin embargo, el 22 de abril, contra los St. Louis Cardinals, durante la primera entrada de su tercera apertura, Koufax sintió que algo “se soltó” en su brazo. Koufax recibió tres inyecciones de cortisona para su codo y perdió tres aperturas. El 4 de junio, en Shibe Park contra los Philadelphia Phillies, durante la cuarta entrada, Koufax le dio una base por bolas a Richie Allen con un lanzamiento muy cerrado y la cuenta llena. Allen, que fue retirado al tratar de robar segunda base, fue el primer y último Phillie que alcanzó la base ese día.

Con su tercer juego sin hits en tres años, Koufax se convirtió en el segundo pitcher de la era moderna (después de Bob Feller) en lanzar tres juegos sin hits. El 8 de agosto, Koufax se lastimó el brazo izquierdo al lanzarse a segunda base para evitar ser puesto out. Pudo lanzar y ganar dos juegos más, sin embargo, la mañana después de su victoria número 19, una blanqueada con trece ponches, ya no podía estirar su brazo. El médico de los Dodgers, Robert Kerlan, le diagnosticó artritis traumática. Koufax terminó el año con un impresionante récord de 19–5.

Jugando con dolor

Para lograr mantenerse en los juegos en los que si lanzaba, Koufax requería inyecciones de cortisona en el codo, Empirin con codeína para el dolor (lo que tomaba todas las noches y a veces en la quinta entrada) y Butazolidin para la inflamación. También utilizaba ungüento Capsolin basado en capsaicina (llamado "bálsamo atómico" por los jugadores de béisbol) antes de cada juego y luego metía su brazo en hielo.

A pesar del constante dolor en su codo izquierdo, Koufax terminó el año llevándose la Triple Corona de los lanzadores por segunda vez, siendo líder de liga en ganados (26), efectividad (2.04) y ponches (382). Su total de ponches rompía el record de 348 establecido por Bob Feller en 1948, hasta cuando Nolan Ryan ponchó a 383 bateadores en 1973 (sus 382 ponches siguen siendo el récord de una temporada en la Liga Nacional).

Koufax y los Dodgers ganaron la Serie Mundial una vez más, mientras que el consiguió su segundo Premio Cy Young (por decisión unánime de nuevo). En la Serie Mundial, Koufax rechazó lanzar en el primer partido debido a la celebración del Yom Kipur y su equipo fue derrotado. Koufax lanzó 6 entradas en el segundo partido, permitiendo dos carreras, pero los Minnesota Twins ganaron el partido 5–1, tomando una ventaja de 2–0 en la serie. Los Dodgers remontaron, con Claude Osteen, Don Drysdale, y Koufax logrando victorias vitales para tomar ventaja 3-2 en el regreso a Minnesota. Koufax un juego completo sin carreras en el quinto partido que su equipo ganó 7-0. Los Mellizos ganaron el sexto partido, forzando el séptimo. Koufax comenzó el sexto partido y a pesar de solo descansar dos días y no tener buen control de su curva, lanzó una blanqueada en la que permitió solo tres hits para ganar la Serie Mundial. Está actuación fue suficiente para que Koufax recibiera su segundo Premio MVP de la Serie Mundial. También en 1965, ganó el Hickok Belt por segunda vez, la primera (y única) ocasión en la que alguien ha ganado este premio más de una vez. También fue nombrado el Deportista del Año por la revista Sports Illustrated.

Perfección

El 9 de septiembre de 1965, Koufax se convirtió en el sexto lanzador de la era moderna en lanzar un juego perfecto. Koufax no había ganado un juego en tres semanas; no desde que Juan Marichal había golpeado al receptor de Koufax, John Roseboro, en la cabeza con un bat; no desde que los disturbios de Watts habían comenzado. Los Dodgers jugaban en casa contra los Chicago Cubs, que iban en octavo lugar. Bob Hendley, el lanzador de los Cachorros, acababa de llegar de las ligas menores y tenía un récord de 2–2 record.

Koufax retiró al primer bateador que enfrento, Donald Young, con un elevado que golpeó en el segundo lanzamiento. Glenn Beckert, otro novato, se poncho viendo pasar una curva después de haber golpeado una línea que casi es hit, pero cayó en terreno de foul. El tercer bateador, Billy Williams, también se poncho viendo pasar una curva. En la segunda entrada, Ron Santo fue retirado por el receptor Jeff Torborg, Ernie Banks se poncho y Byron Browne, en el primer turno al bat de su carrera, fue retirado por el jardinero central Willie Davis. Koufax logró que Chris Krug golpeara un elevado al jardín central para empezar la tercera entrada. Después de el, Don Kessinger golpeó un elevado con la cuenta 0–2 a su favor y Hendley se ponchó. En la cuarta entrada, Koufax hizo que Young elevara la pelota al jardín central y Beckert elevó al derecho. Koufax ponchó a Williams por segunda vez para terminar la entrada.

Al comienzo de la quinta entrada, ningún equipo había alcanzado la base. Eso cambió cuando Hendley le dio la base por bolas a Lou Johnson después de tener la cuenta llena. Ron Fairly hizo un toque de sacrificio que Hendley no atrapó rápidamente, dejándolo solo con opción de lanzar a primera. En el primer lanzamiento a Jim Lefebvre, Johnson se robó la tercera base. Krug, el receptor de los Cachorros mandó la bola sobre la cabeza de Santo y hasta el jardín izquierdo, permitiendo que Johnson anotara. Los Dodgers anotaron un carrera sin tener un turno al bat oficial. En la parte baja de la entrada, los Cachorros fueron retirados en orden con un elevado de Santo, un segundo ponche para Banks y un roletazo de Brown.

Los últimos de la alineación de los Cachorros batearon en la sexta entrada. Krug mandó la bola hacia el parador en corto Maury Wills, que la tiró en el suelo al primera base Wes Parker. Parker logró atrapar la pelota, salvando la jugada y el juego perfecto de Koufax. Kessinger golpeó la pelota débilmente por la línea de tercera base, pero Junior Gilliam estaba jugando adentro (por si había un toque de pelota) y logró retirarlo en primera base. Hendley, que también tenía su propio partido sin hits, se ponchó con tres lanzamientos.

Los nervios comenzaron a traicionar a Koufax al comienzo de la séptima entrada, cuando hizo un lanzamiento que pasó junto a Young y se escapó del catcher. Koufax se recuperó y ponchó a Young. Beckert después golpeó un elevado al jardín derecho. Williams recibió tres lanzamientos malos consecutivos. Los siguientes dos lanzamientos de Koufax fueron rápidos y por el centro. Williams dejó pasar el primero y mandó de foul el segundo. Después mandó un elevado al jardín izquierdo. Durante la parte baja de la séptima entrada, Johnson terminó el juego sin hits de Hendley con un elevado detrás de segunda base. Para cuando Banks recuperó la bola, Johnson ya estaba en segunda base. Fairly pegó un roletazo a segunda, dejando a Johnson en el mismo lugar.

La parte fuerte de la alineación de Chicago tomó su turno en la parte alta de la octava entrada y Koufax los ponchó a los tres. Los Dodgers también fueron retirados en orden. Koufax volvió a ponchar a los tres bateadores en la novena entrada, ponchando a los últimos dos con seis curvas consecutivas, "grandes globos", como las llamó Vin Scully, el comentarista de jugada por jugada de los Dodgers. Como Scully comentó al final de la jugada, "…Y Sandy Koufax, cuyo nombre siempre nos recordará a los ponches, lo logró con elegancia. Ponchó a los últimos seis bateadores de manera consecutiva. Así que cuando se escriba su nombre en mayúsculas en los libros de récords, la "K" resalta aún más que O-U-F-A-X." El out final fue hecho por Harvey Kuenn, el mismo hombre que hizo el out final en el juego sin hit de Koufax de 1963. Al final del partido, el hit de Johnson fue el único golpeado en todo el partido, el total combinado de 1 hit en un partido es un récord de las Grandes Ligas.

Hasta la fecha, este juego perfecto es el último partido sin hits que se ha lanzado contra los Cachorros. Han estado el mayor tiempo entre los equipos de Grandes Ligas sin que se lance otro partido sin hit contra ellos.

Permanencia con los Dodgers

Antes del comienzo de la temporada de 1966, Koufax y Drysdale fueron con el manager general de los Dodgers

Buzzie Bavasi para negociar sus contratos del año siguiente. En el pasado, Bavasi había usado a Koufax y Drysdale contra el otro durante las negociaciones, diciéndole a Koufax, "¿Cómo puedes pedir tanto cuando Drysdale sólo está pidiendo..."[8] Hacía lo mismo con Drysdale, diciéndole que Koufax estaba pidiendo mucho menos. Finalmente, la primera esposa de Drysdale, Ginger Drysdale, sugirió que trabajaran juntos para conseguir lo que querían. Pedían 1 millón de dólares, dividido en partes iguales durante los siguientes tres años o $167,000 para cada uno durante las siguientes tres temporadas. Koufax fue representado por el abogado J. William Hayes. Cuando las negociaciones comenzaron, Drysdale y su abogado tuvieron un conflicto de intereses, así que Hayes dio aviso a ambos en las negociaciones colectivas.

Koufax y Drysdale aceptaron aparecer en la película Warning Shot, con David Janssen. Drysdale sería un comentarista en TV y Koufax interpretaría a un detective. Fueron fotografiados en el set sentados en sillas de director que tenían sus nombres. La directiva de los Dodgers comenzó a esparcir rumores sobre desacuerdos entres Koufax y Drysdale, tratando de dividirlos. Esa primavera, el activista de la unión Marvin Miller comenzó a hacerse campaña en los campamentos de entrenamiento con la intención de convertirse en el director ejecutivo de la Asociación de Jugadores de las Grandes Ligas de Béisbol. A todos lados donde iba Miller, los jugadores le preguntaban sobre Koufax y Drysdale. Koufax finalmente le dio permiso a Drysdale para negociar contratos para ambos. Koufax obtuvo $125,000 y Drysdale $110,000.

En abril de 1966, Kerlan le dijo a Koufax que era tiempo para que se retirara, por que su brazo no aguantaría otra temporada. Koufax mantuvo el consejo de Kerlan para si mismo y salió cada cuatro días a lanzar. Lanzó 323 entradas con un récord de 27–9 y una efectividad de1.73. En el juego final de la temporada regular, los Dodgers debían vencer a los Phillies para ganar el banderín de la Liga Nacional. En el segundo partido de un doble-juego (Drysdale perdió el primero), Koufax enfrentó a Jim Bunning en el primer partido entre dos ganadores de juegos perfectos. Los Dodgers ganaron y se enfrentaron a los Orioles en la Serie Mundial de 1966. El segundo juego fue la tercera apertura de Koufax en ocho días. Koufax lanzó tan bien que el primera base de Baltimore, Boog Powell, le dijo al biógrafo de Koufax, Jane Leavy, "Tal vez estaba sufriendo, pero estaba ganando'", pero tres errores del jardinero central de los Dodgers Willie Davis en la quinta entrada produjeron tres carreras sucias y los Dodgers perdieron el partido 6–0 contra la blanqueada con 4 hits de Jim Palmer. El último hombre que enfrentó a Koufax fue Andy Etchebarren, quien bateó para doble play al final de la sexta entrada---Alston animó al futuro miembro del Salón de la Fama con la idea de dejarlo descansar para que lanzara en el quinto partido de la Serie. Eso nunca sucedió. Los Dodgers fueron barridos en cuatro partidos, sin anotar una sola carrera en los últimos tres. Después de la Serie Mundial, Koufax anunció su retiro debido a su condición artrítica.

En una carrera de 12 temporadas, Koufax terminó con un récord de 165–87, una efectividad de 2.76, 2,396 ponches, 137 partidos completos y 40 blanqueadas. Durante su carrera, el promedio de bateo de sus oponentes fue.203, con un porcentaje embase de.271 y.315 de slugging. Su record en Serie Mundial es igual de impresionante: 4-3 en ganados y perdidos pero con efectividad de 0.95 en cuatro Series Mundiales. Está en la corta lista de lanzadores que se retiraron con mayor cantidad de ponches registrados que de entradas lanzadas. Koufax participó en siete Juegos de Estrellas (dos veces en 1961 cuando se jugaron dos partidos y uno en cada año de 1962 a 1966, cuando se volvió a tener solo un Juego de Estrellas por año en 1963). Koufax fue el primer lanzador en ganar más de un Premio Cy Young, al igual que fue el primero que ganó el Premio Cy Young por decisión unánime; de hecho, sus tres Cy Youngs los ganó por decisión unánime. Aún más impresionantes es el hecho de que durante la carrera de Koufax solo se daba un Premio Cy Young por temporada y no uno por cada Liga como se hace actualmente. En 1967, el año en que Koufax se retiró, el Premio Cy Young comenzó a ser otorgado a un pitcher de la Liga Americana y otro de la Liga Nacional.

Mecánica

Al principio de su carrera, Koufax trabajó con los entrenadores para eliminar su tendencia a "revelar" los lanzamientos (revelar que tipo de lanzamiento va a utilizar debido a una variación en la preparación). Más tarde en su carrera, y especialmente mientras continuaban los problemas de su brazo, esta variación -- usualmente en la posición que tenían sus manos al llevarlas hacia arriba durante la preparación – se volvió más pronunciada. Los buenos bateadores podían predecir que lanzamiento venía; pero golpearlo era otra historia. Willie Mays dijo después del retiro de Koufax, "Sandy me poncharía dos o tres veces en un juego y yo sabía cada lanzamiento que el iba a utilizar: rápido, cambio de velocidad. Yo lo sabía. El dejaba que lo mirara y aún así no le podía dar."

Koufax también logró lanzar rectas a la velocidad de 102 millas/hora (163.2 Km./h), llevando a Ernie Banks, miembro del Salón de la Fama, a resaltar: "No puedes golpear lo que no puedes ver."

Vida después del retiro

En 1967, firmó un contrato por diez años con NBC por 1 millón de dólares para ser el presentador en Juego de la Semana de las Grandes Ligas de Béisbol . Nunca sintiéndose cómodo frente a la cámara, renunció después de cinco años, justo antes del comienzo de la temporada de 1973.

Koufax estuvo casado con Anne Widmark, hija del actor Richard Widmark, hasta que se divorciaron en 1982. Se volvieron a casar y a divorciar en los 90s.

En su primer año de elegibilidad en 1972, Koufax fue incluido en el Salón de la Fama del Béisbol, unas semanas antes de que cumpliera 36 años. Su elección lo convirtió en el miembro más joven del Salón de la Fama, cinco meses más joven que Lou Gehrig cuando el fue incluido en 1939. El 4 de junio de ese mismo año, el 32, número del uniforme de Koufax fue retirado por los Dodgers.

Los Dodgers contrataron a Koufax para que fuera coach de pitcheo en las ligas menores en 1979. Renunció en 1990, lo que fue culpado por muchos por su mala relación con el manager Tommy Lasorda. En el 2003, Koufax terminó su larga relación con los Dodgers cuando el New York Post publicó una historia con rumores sobre su orientación sexual e implicando que Koufax es gay.

En 1999, la revista The Sporting News puso a Koufax en el número 26 de su lista de los "100 Mejores Jugadores de Béisbol." Ese mismo año, estuvo entre los 30 jugadores elegidos para el Equipo del Siglo de las Grandes Ligas de Béisbol. Aun que rara vez aparece en público, fue al Turner Field en Atlanta para la ceremonia de introducción antes del segundo juego de la Serie Mundial de 1999. No había asistido a la ceremonia de los 100 nominados al Equipo del Siglo durante el Juego de Estrellas de ese año en Fenway Park en Boston.

jueves, 7 de agosto de 2008

Apodos

Hoy presentamos algunos de los apodos más conocidos en MLB:

Jugadores en el Salón de la Fama:
-Hank Aaron: El martillo
-Ernie Banks: Mr. Cub.
-Lawrence Peter Berra: Yogi.
-Wade Boggs: El comepollos.
-Mordecai Brown: Tres dedos.
-Ty Cobb: The Georgia Peach. (El melocotón de Georgia).
-Joe DiMaggio: Yankee Clipper o Joltin Joe.
-Lou Gehrig: Iron Horse.
-Charlie Gehringer: The Mechanical Man.
-Rich Goosage: El Ganso.
-James Augustus Hunter: Catfish.
-Reggie Jackson: Mr. October.
-Sandy Koufax: The Left Hand of God.
-Mickey Mantle: The Mick.
-Juan Marichal: The Dominican Dandy.
-Willie Mays: Say Hey Kid.
-Stan Musial: Stan the man.
-Cal Ripken Jr.: Iron Man.
-Phil Rizzuto: Scooter.
-Nolan Ryan: The Express (El expreso).
-George Herman Ruth: The Babe, Bambino, The Sultan of Swat (El Sultán del swing).
-Ozzie Smith: El mago de Oz.
-Honus Wagner: El holandés volador.
-Carl Yasztremski: Yaz.

Jugadores activos:
-Bobby Abreu: El Comedulce.
-Lance Berkman: Big Puma.
-Sean Casey: El alcalde.
-David Eckstein: El Factor X.
-Jason Giambi: El Giambino.
-Tom Gordon: Flash.
-Ken Griffey Jr.: Junior.
-Travis Hafner: Pronk.
-Félix Hernández: El Rey.
-Orlando Hernández: El Duque.
-Derek Jeter: Mr. Noviembre, Capitán Clutch.
-Randy Johnson: The Big Unit.
-Carlos Lee: El Caballo.
-Greg Maddux: Mad Dog, El Profesor.
-Hideki Matsui: Godzilla.
-Daisuke Matsuzaka: Dice-K
-Mike Mussina: Moose.
-Magglio Ordoñez: El Caribe Mayor.
-David Ortiz: Big Papi.
-Sidney Ponson: Sir Sidney
-Albert Pujols: El Hombre.
-Mariano Rivera: Mo.
-Alex Rodríguez: A-Rod.
-Francisco Rodríguez: K-Rod, El Súperchamo.
-Iván Rodríguez: Pudge.
-Miguel Tejada: La Guagua.
-Frank Thomas: The Big Hurt.
-Shane Victorino: El hawaiiano volador.
-David Wells: Boomer.
-Dontrelle Willis: D-Train.
-Carlos Zambrano: El Toro.

Otros jugadores ya retirados:
-Andrés Galarraga: El Gato.
-Dennis Martínez: El Presidente.
-Ron Guidry: El Rayo de Louisiana o Gator.
-Roger Clemens: El Cohete.
-Ron Cey: El Pingüino.
-Andre Dawson: El Halcón.
-Sammy Sosa: Slammin' Sammy.
-Mitch Williams: La cosa salvaje.
-Joe Jackson: Shoeless Joe.
-Dave Parker: La Cobra.
-Orel Hershiser: El Bulldog.
-Saturnino Orestes Armas (Arrieta) Miñoso: Minnie o El Cometa Cubano.
-Craig Biggio: Killer-B.
-Fernando Valenzuela: El Toro.
-Dwight Gooden: Dr. K.
-Don Mattingly: Donnie Baseball.
-Rubén Sierra: El Indio.
-Mark McGwire: Big Mac.

lunes, 4 de agosto de 2008

¡Que viva la Salsa!


El Yankee Stadium fue un gran escenario para la Fania All-Stars

El antiguo Yankee Stadium se derrumbará pronto, pero muchos nunca olvidarán el papel importante que jugó el estadio en el desarrollo de la Fania y la Salsa.

En el mes de agosto se cumplen 35 años desde que el Yankee Stadium sirvió como escenario de uno de los conciertos más importantes en la historia de la música latina.

El 24 de agosto de 1973, unas 44.000 personas asistieron al primer concierto de las Estrellas de Fania en un estadio de Grandes Ligas.

El evento consolidó a las Estrellas de Fania como la vanguardia del nuevo género musical llamado Salsa, le dio un sentido de identidad y orgullo a la comunidad puertorriqueña en Estados Unidos, y por poco evita que los Yankees completaran su calendario de juegos locales esa temporada.

Antes del concierto en el Yankee Stadium, las Estrellas de Fania estremecieron al barrio latino de Nueva York con dos conciertos en clubes de la Gran Manzana. El primero en 1968, en el club 'The Red Garter', no produjo tanto entusiasmo como el segundo, en 1971, en el club 'The Cheetah'. El segundo concierto fue la fuente de dos discos (Fania All-Stars Live at The Cheetah Volumes 1 & 2) y el documental ('Our Latin Thing -- Nuestra Cosa'). Dichas grabaciones causaron una sensación tan grande entre el público que el promotor principal de la Fania, Jerry Masucci, decidió organizar el próximo concierto de sus estrellas en Yankee Stadium.

No fue fácil organizar el evento en el estadio que cumplió su 50 aniversario en 1973. La temporada de Grandes Ligas estaba en su apogeo y a los Yankees, que no estaban luciendo muy bien ese año, les faltaba un mes de partidos por jugar en el parque. No quedaba mucho tiempo para que las Estrellas de Fania utilizaran el estadio, ya que el parque estaba programado a ser completamente renovado ese otoño y no estaría disponible de nuevo hasta abril de 1976.

Masucci estaba tan empeñado en usar La Casa que construyó Babe Ruth como teatro que se comprometió a invertir grandes sumas de dinero para montar el evento.

"En adición al costo del alquiler del estadio, nos exigieron que pusiéramos un deposito de $25.000 como garantía para pagar por cualquier gasto si el terreno de juego sufriera daños", declaró Larry Harlow a ESPNdeportes.com en una entrevista telefónica. "Montamos la tarima encima del área de la segunda base", explicó el pianista, arreglista y productor conocido como 'El Judío Maravilloso'.

El plan de Masucci, quien murió en el 1997, a los 63 años de edad, era grabar todo el espectáculo para así producir un documental y discos relacionados con el evento.

El día del concierto, un viernes, se convocó "la concurrencia de puertorriqueños más grande en un sitio en ese tiempo", manifestó recientemente Ray Collazo, un animador de radio de Filadelfia con 27 años de experiencia, que viajó al Bronx para presenciar el concierto. "Habían muchas banderas puertorriqueñas".

La gente se paseó entre sí unas banderas gigantescas por las gradas. Había un sentido bien grande de orgullo boricua", declaró Collazo, que en aquella época contaba con 20 años de edad.

En el 1973, la mayor parte de la población latina de Nueva York era puertorriqueña y el Bronx era el epicentro de la comunidad boricua de la ciudad.

La cartelera del evento fue fenomenal. No sólo porque se reunía de nuevo a las Estrellas de Fania, sino porque abrió con presentaciones de tres grandes grupos musicales del momento: Típica '73 con Adalberto Santiago, El Gran Combo con Andy Montañez y Mongo Santamaría.

Cuando por fin las Estrellas de Fania se montaron a la tarima, el píblico estaba "súper emocionado", explicó Collazo. El frenesí fue tal que las Estrellas de Fania no duraron mucho en el escenario.

"Sólo logramos tocar un set de canciones", explicó Harlow. "Durante la canción 'Congo Bongo' [un tema que presentó un duelo de congas entre Mongo Santamaría y Ray Barreto], el público se enloqueció y empezó a entrar al terreno".

Destacó Collazo: "Johnny Pacheco empezó a gritar en el micrófono que por favor no entraran al terreno. Por más que él lo decía, más gente se tiraba al terreno".

La policía no pudo contener a la muchedumbre y el concierto se tuvo que suspender cuando el público empezó a treparse a la tarima.

"Una muchacha empezó a bailar encima de mi piano y me asusté", dijo Harlow. "Habíamos puesto fuegos artificiales adentro del piano que estaban supuestos a estallar más tarde, durante el espectáculo. Yo vi esa loquera de gente y le dije a Pacheco 'vámonos de aquí antes de que esto explote' ", dijo Harlow riéndose.

"Corrí con otros hacia el 'trailer' de producción detrás de la tarima y nos encerramos allí. Otros de los músicos corrieron hacia los dugouts y se encerraron en los camerinos", agregó.

Aunque no se completó el concierto, la noche produjo suficiente material para que la Fania grabara un disco del concierto entero de Mongo Santamaría y se preservaran varias de las canciones que interpretaron las Estrellas de la Fania. Una de ellas fue la versión de Cheo Feliciano del tema "El Ratón", una de las grabaciones más famosas en la historia de la Salsa y que muchos historiadores indentifican como la canción que ayudó a propagar el género en Latinoamérica.

"Perdimos el depósito y mucho más", declaró Harlow. "Mientras estábamos adentro del 'trailer' oíamos los zumbidos cada vez que alguien se llevaba un micrófono. Esos micrófonos nos costaron miles de dólares".

El motín no permitió que Masucci y su cuerpo de técnicos grabaran todo el material que se necesitaba para el documental y los discos que estaban supuestos a producirse para pagar los gastos del concierto.

"Tuvimos que inventárnoslas", dijo Harlow. "Fuimos a unos estudios y recreamos parte del concierto para la película".

El documental se llamó 'Salsa' y fue presentado al público en 1976. Además, hubo que usar imágenes y música de conciertos que las Estrellas de Fania organizaron en el Coliseo Roberto Clemente de Puerto Rico en 1974.

La falta de suficiente material de las Estrellas de Fania en el concierto del Yankee Stadium forzó a la disquera a añadirle la música grabada en los conciertos del Coliseo Roberto Clemente a los discos que fueron impresos en el 1975 y llevan el nombre de "Live At Yankee Stadium, Volumes 1 & 2", según el experto John Child.

No hay unanimidad entre los historiadores sobre cuántas de las canciones en dichos discos fueron grabadas en el Yankee Stadium o en el Roberto Clemente. Harlow no quiso admitir que dichos discos contienen material que no se grabó en el Yankee Stadium.

Las grabaciones de 'El Ratón" por Cheo Feliciano y el de "Congo Bongo", la mecha para el motín, aparecieron por primera vez en el 1974 en el disco "Latin-Soul-Rock".

Los Yankees regresaron al Bronx el 31 de agosto después de completar una gira de 11 juegos en la cual perdieron los últimos ocho encuentros consecutivos. El terreno de juego fue restaurado a tiempo para que el estadio fuera el anfitrión de una serie de tres juegos entre los Yankees y los Orioles, los líderes de la División Este de la Liga Americana. Los Yankees ganaron dos de los tres encuentros para consolidarse en la cuarta posición de la división.

Nueva York terminó con marca de 80-82 esa temporada. El Yankee Stadium fue restaurado, pero no fue utilizado otra vez para un concierto de música latina, aunque sí se utilizó para tres conciertos de música rock.

Las Estrellas de Fania continuaron organizando grandes conciertos en varias esquinas del mundo (África, Europa, Japón y varios países de América Latina).

Eventualmente, la Salsa maduró para convertirse en uno de los géneros musicales más populares del planeta.

Por Will González ESPNdeportes.com


Los 2 volúmenes producidos con el concierto en el Bronx



Nick Marrero, Bobby Valentín y Pete "Conde" Rodríguez.


Elliot Sacchs y Alex Masucci inspeccionan el Yankee Stadium, en la ciudad de Nueva York en 1973.



Fania All Stars (1980).